terça-feira, 8 de janeiro de 2008

Amar al Hermano

“El que afirma que está en la luz, pero odia a su hermano, todavía está en la oscuridad. El que ama a su hermano permanece en la luz, y no hay nada en su vida que lo haga tropezar. Pero el que odia a su hermano está en la oscuridad y en ella vive, y no sabe a dónde va porque la oscuridad no le deja ver.”

1 Jn 2.9-11

Amor y odio son temas clásicos de la humanidad. Son también temas tratados por la Biblia e importantes en la vida cristiana. El apóstol Juan asocia el amor con el vivir en la luz de Dios y el odio con el vivir bajo la esclavitud del pecado humano. Pero lo hace de forma muy clara: el amor y el odio además de ser un sentimiento que uno lleva dentro, se concreta hacia las otras personas, aquí llamadas de “hermano”.

Amar u odiar a un hermano pone sobre el sentimiento una carga vital: expresar, sea por palabras o por hechos, lo que uno siente por los demás es hacer una declaración pública de la calidad de nuestra fe y de la verosimilitud de nuestra relación con Dios. Vivir con Dios es permanecer en la luz, amar al hermano y seguir su vida caminando sin tropiezos. Vivir lejos de Dios, aún que se diga lo contrario, es permanecer y vivir en la oscuridad, odiar al hermano y no conocer a dónde su vida de hecho lo lleva.

En todo eso vemos como el tema del amor y del odio sirve como termómetro para la fe y la vida cristiana. Es necesario confesar nuestras tinieblas que se manifiestan en las distintas formas de odio y rechazo a las demás personas. vivir con Dios nos acerca al otro con amor verdadero y con la misericordia de Jesucristo. Que sea el verdadero amor de Dios, no el odio, la guía de nuestra vida.

Nenhum comentário: